Equilibrium ha dejado una huella profunda en mi y me sigo sintiendo parte de esta pequeña Gran família, siempre al servicio de los demás. Acompañada, comprendida y ayudada en todo momento, he aprendido muchísimo a nivel metodológico y técnico, pero sobretodo a nivel humano: humildad, amor, compasión, honestidad y agradecimiento siempre han estado presentes, como también la importancia de no perder la curiosidad, de ser una eterna aprendiz, de enseñar desde la propia experiencia y sobretodo de ser constante en tu práctica. Gracias por ese regalo. Eternamente agradecida. Namaste.
